Cotidiano.
Cada mota de
polvo en silencio.
Los
ascensores subiendo al ático.
Alrededor
solo hay un grupo de personas
Haciendo
fotos desde la azotea.
Una mosca se
posa en mitad de la avenida.
El vendedor
de rosas se ha ido porque
Ya no
encuentra un camino claro.
El corredor
de apuestas preside el espectáculo,
El oficio de
ultramarinos no entiende el presente.
Alguien no
conoce a quien saluda.
La estampa
de algodón en las esquinas del escaparate
Focos rojos
y verdes de navidad.
Una planta
acariciada por la luz que parpadea.
El lugar
afortunado de un periódico amarillista en el suelo.
Palabras
cotidianas, una habitación en penumbra
Y la
persiana a medio bajar. Entra un rayo de luz.
El granizo
golpeando la ventana de la buhardilla.
Muebles
apilados alrededor de un cubo de basura
Nadie mira
el cambio de estaciones.
Ropa
tendida, sábanas blancas.
De lejos se
ven las montañas inundadas de nubes
Estoy en mi
habitación, no sé si hace frío.
El sábado
por la noche el tejado estaba lleno;
No había más
que fotógrafos chinos
Rindiendo
homenaje a una ciudad nocturna.
El tren
llegando a la estación
Y las
lámparas parpadeando en el vagón.
Un hombre de
negocios perdido en su propia vida.
Hay un portal
y dentro los azulejos empañados.
El suelo
está frío.
Un atasco en
mitad de la autopista
Una caída al
aire libre de un paracaidista.
Los anuncios
de publicidad pintados de graffiti,
El temblor
de baja intensidad de un terremoto.
Anoche dicen
que pudo haber llegado a sentirse.
Un titular
de noticias en la tele,
A las dos
empiezan los simpsons
Y el kepchup
está guardado en la nevera. ¡Sácalo!
Quieta,
posada vigila un águila desde el poste de la luz
Al lado los
coches en la autopista viajan a gran velocidad.
La lonja con
pescado y trabajadores del puerto,
Un chaval
con gorra y pantalones de marca
Mueve los
hombros con intensa superioridad.
La ciudad
vista desde arriba en un plano a la salida de la estación.
Una pareja
de turistas acaban de llegar felices
Y quieren
visitar todo. Es lunes por la mañana.
Las tiendas
de ropa venden la nueva temporada otoño-invierno.
El centro
comercial abrió ayer domingo.
La red
social guarda palabras de toda clase y nada.
Se ha
levantado ventisca, es imposible ver el otro lado
Ya las nubes
tapan las montañas. Es probable que mañana llueva.
Anoche no
fui a misa. Llevo quince años sin pisar una iglesia.
Un nuevo
titular en contra del aborto.
El bosque
replantado después de un incendio.
Los caminos
de las afueras por donde se levanta polvo.
El kilogramo
para emitir el precio en la frutería.
La luz del
sol entre dos nubes.
Suena la
radio en la calle desde una ventana abierta.
Es un
programa extranjero.
Las
chimeneas ardiendo de una fábrica
El aire
golpeando a una hoja y moviéndola en el vacío.