lunes, 22 de febrero de 2016

La nueva música
dibuja el rastro
hasta una cama deshecha.
Te sostiene en la decadencia,
entre la ropa y los días.
Has sentido la estrella caída
y ves cada mota de polvo
que habita en la luz.
Permanece
la navaja encima de la mesa,
la luz amarillenta de la lámpara,
la cámara de fotos,
la persiana bajada.
Has mirado en un espejo
sus ojos grises.
La escuchas respirar
y piensas
que deberían inventarse palabras
para describir el corazón magnético
que nos sujeta.