Tú en el
equilibrio mojado en mis pies.
Suenan
relojes parados en sombra,
deslizan
tacto a tacto
el
instante en la piedra, el sol en la luz.
Se
posan rápido los pájaros
cuando
el niño corre y espanta palomas.
Tú en
el equilibrio, miras la playa,
los
arenales que una excavadora
remueve
porque se acerca el verano.
Pero
ahora no piensas en turistas,
bañistas
alemanes
y demás
elementos
que
sustituyen los granos de arena.
No,
ahora el agua asciende,
sube la
marea en ambos tobillos.
Aquí el
sol se desliza suavemente
y no tiene
importancia casi nada.
La
barca pescando en el horizonte,
la
primera línea dibujada.
Tú en el
equilibrio mojado en mis pies.