jueves, 30 de julio de 2015

Caminábamos con una joya en mano
en peso bruto, sin la distancia
que toca en los nudillos
y atraviesa las pestañas.
Era una joya real
filtrándose a traves de la mano,
subiendo por el antebrazo;
delicada.
Porque hay dureza en lo sutil,
como el diamante atraviesa el cristal
haciendo agujeros en la noche.
Y es entonces cuando te sientes solo
sin las ramas ahogadas de la lluvia,
mirando la tierra y el mar solo.

lunes, 27 de julio de 2015

Visito cada eslabón hundido
Cada eslabón repetido en la lluvia
De una gota y golpea fuertemente;
Y respiro la lluvia enmudecido.
Soy yo, mirando en el antepasado
Rostro que llama a la puerta y espera sentado
Con un espejo sobre los hombros,
Soy yo y sus manos se han perdido y ando
Como un volcán en la lluvia,
Salpicando zapatos de nieve.
Ocurre que hoy me he sentido extraño
He visto el tráfico, los coches, las hormigas
Dormírseme en una pierna,
Así de repente, en la sombra frágil de una nube,
Envejeciendo,
Creciendo,
Sintiendo la energía del punto apagarse despacio.
¿Por qué no pudiera ser feliz en la lluvia?
¿Inmortal en los campos?
¿Tener en mi mano el fruto que brota en los huesos?
¿El tiempo dividido en personas?
Sin duda, se mide el espacio, el tiempo, la lluvia en centímetros
Sin duda.

sábado, 25 de julio de 2015

El sonido hace llorar la línea, 
Los puntos sigilosos que dibujan la lluvia
El párpado de un ojo prohibido
Y las olas en lejanía acercándose lentamente,
Vertiendo espuma, salitre, conchas y arena,
Y otro ojo desnudando la tarde roja
Que por dentro va atravesándonos,
Como un vidrio transparente por donde la luz penetra
O una mano en cercanía de nuestros nombres.
Y entonces el silencio parpadea,
Y la lluvia se hace aún más fina y penetra en el olvido,
Transpira a través de nuestra dura roca
Y cae formando estalactitas en el pozo oscuro de la memoria,
Donde el sonido se convierte en caricia y geometría
Y hace nacer una llama humilde, humana,
Donde las líneas brotan y los sonidos y la música se vierten
En un constante flujo de recuerdos e imágenes
Y es entonces cuando la piel desaparece
Y el silencio surge como una comunión blanca entre hombre y marea.

jueves, 23 de julio de 2015

Fue del comienzo la bóveda celeste,
Como un principio luciendo imágenes
Por la primera luz cegadora
En el instinto ruidoso del llanto
Y la cama del hospital.
Fue un comienzo gracias a ti,
A tu humilde mano que aún en cada segundo echo de menos
Así de esa forma que nos besa el viento,
Con un constante vértigo que todos buscamos
En los sondeos más inútiles de nuestra infancia,
Puesto que ya no vuelven,
Y se pierden como ecos del pasado
O las únicas sombras azules claras
Que nos regala la vida.
Después vino la ciudad, los coches, el abrigo de piel
Y el olor a frío de Madrid,
Puesto que visité las ciudades más lejanas,
Los lugares remotos, las calles navideñas,
El duende que golpeaba suave en el estómago cada vez
Que un nombre caía en el  oído.
No recuerdo ser bebe
Pero sí se de los lugares que aún brotan de cualquier objeto,
Cualquier instante donde una sola voz, un solo llanto, una sola sonrisa
Hace surgir del alma los sonidos, los olores de algún lugar,
Y en esos sonidos aún pervive el paraíso alegre
Los gatos que salen por los volcanes de Lanzarote,
El parque de atracciones o la lanzadera espacial,
Porque tú, para Papa, eras la princesa Leia
Y viajábamos en el halcón milenario esquivando con el Renault 19
Naves del imperio en la M40.
Porque no recuerdo ser bebe,
Pero siguen surgiendo palabras, luces en el cielo,
Montañas, mares, océanos, la historia vivida, la que no,
Porque la noche, el día, el silencio, el ruido, la música,
Viaja a través de los días y el tiempo
Como un vehículo extraño que nos ha regalado la vida.
Porque luego vino la lluvia,
El mito, la historia, el mal recuerdo y aún así pervive el estar vivo
Porque lo único que conozco es mi existencia,
Y la única persona que conoce, soy yo y yo soy parte vuestra.
Porque en verano las casas viejas de las yayas eran lugares que aún hoy lucen como amuletos eternos,
Porque el frutero aún regala sugus
Y tú decías que no me fiase de desconocidos
Y sin embargo cuantos fruteros, cuantas charcuterías abiertas
Cuanta música pervive en sonido de un corazón,
Porque la voz se seca o se abre o se cierra o se muere,
O se unen los rascacielos, los chalets y la ría,
Y las batallas antiguas y los ríos, y los valles
Y aquel roble milenario y aquel cartabón y aquella escuadra
Y el arquitecto que funda nuestras imágenes
Y la existencia y los primeros compañeros de clase,
Y tumbarse en la hierba y hacer el vago mirando el sol
Y trabajar y jugar de pequeño en la cama,
Porque si existe un abrazo eterno sea donde sea
Más allá de la solución de los Dioses,
Más allá de cualquier mundo fuera de lo terrenal,
Si existe, es en esta vida y es en una madre
Una mamá que dispone todo y llorará como una piedad
Y reirá con las voces más lúcidas de los niños,
Y llorará contigo y se sentirá viva
Porque un lugar dispone de tormentas, de volcanes,
De ver los simpsons, de las noticias,
De las riñas, del hambre, de la riqueza, de la única providencia,
Porque el colapso de las ciudades son lugares de acogida en la tierra que ella regala.
Y los poetas y los músicos conocidos y la distancia y la cercanía
Y jugar de niño en las alcobas cerradas
Y visitar fantasmas guardados bajo la imagen oscura de los espejos
Y tener miedo y dormir con la luz encendida y que papá la apagué,
De que cada punto,
De cada línea colocada en la ventanilla del coche
Sea un muñeco que salta los árboles,
Y los videojuegos y la peonza
Y el amor que conocí al cumplir los dieciséis
El amor adolescente que me dio tanta vida y tanta muerte,
Tanto sol y tanta luna, tanta estrella
Y el gran viaje de final del colegio y cada amigo,
Cada sentimiento, cada persona que se quedó en el pasado
Los que vendrán, lo que haré y lo que no
Todo, se funde en dos personas,
Lo que dejaré de hablar lo que nunca diré,
Y así hoy el cielo surge como un día nuevo,
Como haber llorado por escrito lágrimas que pocas veces se recuerdan
Como cansarse de la existencia o reír hasta que los muros se derruyan
Y algún día estarás ausente y recordaré de soledad y lluvia
Los caballos que siempre galoparan desde el nacimiento hasta el presente
Y será entonces cuando se amontonen en un día
Recuerdos como hojas de olivo y barreños llenos de aceituna,
Será entonces cuando pueda pensar en el último poema
Un poema imposible que abarque lo que conozco.


lunes, 13 de julio de 2015

Algo me arrebató la tristeza 
Como un colibrí bailando entre las negras nubes
O el mar ofreciendo espuma nada más llegar a la playa,
Y navegando entre las olas, yo frágil
Noté la inmensidad de aquello que a lo lejos se mecía,
Anaranjado, escondiéndose, dando oportunidad a la noche,
Noté el mar, la roca, la tierra debajo mío,
Las hormigas, el cielo, las nubes,
Noté una imagen y un rostro cerca
Entregado por ti que arrastraban el plomo hundido en el corazón
Y las hojas grises de los ojos,
Y cuando hablaba su voz de canto
Pronunciaba palabras de gozo y melodía
Que mis sílabas no se atreverían a repetir.

lunes, 6 de julio de 2015

Limitas el latido de lo ausente, 
el mar construido en un muro rojo,
roído por la distancia
y que tu perfume de oro,
y tu desliz de nube,
cubre mis clavículas
y mis huesos sobretejidos con tu araña
y tu insecto que nos condenó por una torre de babel en miniatura
ahora rompe y hace que nos imaginamos telepatía,
mientras contigo los pájaros cantan
y los geranios oyen los pétalos que vas dejando en cada paso
como una llama de helio azul
o la velocidad en carteles de publicidad,
y yo mientras transpiro de aire una imagen
una representación entre los ojos
de tu vientre oculto y tu sonrisa perfecta
y tus lágrimas geométricas
con proporciones de copos de nieve
que anidan tu voz y tu palabra tierna y dura en el sentido de mujer.