lunes, 22 de febrero de 2016

La nueva música
dibuja el rastro
hasta una cama deshecha.
Te sostiene en la decadencia,
entre la ropa y los días.
Has sentido la estrella caída
y ves cada mota de polvo
que habita en la luz.
Permanece
la navaja encima de la mesa,
la luz amarillenta de la lámpara,
la cámara de fotos,
la persiana bajada.
Has mirado en un espejo
sus ojos grises.
La escuchas respirar
y piensas
que deberían inventarse palabras
para describir el corazón magnético
que nos sujeta.

jueves, 11 de febrero de 2016

Incertidumbre.

He saltado.
Profundamente.
He saltado.
Bajo mi dedo
una necesidad amable
de ser inhumano,
bajo mi dedo
que podría repasar el lenguaje,
de unos labios recién pintados,
de una boca,
o de una nariz,
bajo mi dedo
solo,
el módulo táctil
de la tecnología.

He saltado.
Profundamente.
He saltado.
Saber,
que en la calle está helando
no significa que no sienta
que mi mesa es cálida,
que los cuerpos puedan ser cálidos,
algo así ocurre con la frialdad de una luz verde
encima de la mesa.

La incertidumbre
de no saber si el mar que escribes es el mismo mar
sobre el que salto 
profundamente 
cuando cierro los ojos,
o por el contrario
nos separa un abismo
de cobre y Wifi. 

viernes, 5 de febrero de 2016

El corzo salvaje corre entre la nieve
a lo lejos
entre la montaña y la luz.

Se ha bautizado en la elevación.
El brillo del agua derretida
y la soledad irremediable
de quien huye.