miércoles, 30 de septiembre de 2015

Hoy camino sobre esta tierra,
Camino, como quien no espera nada,
Siento la lluvia, siento el tiempo,
Y he tenido sueños raros,
Sueños en los que un chino jugaba a las tragaperras
Frente a los lavabos de hombres,
Y el suelo estaba sucio
Y sobre las pasarelas del comercio
Tú paseabas y me mirabas a lo lejos
Mientras yo me adentraba en los servicios
A través de un pasillo interminable.
La lluvia empapa mi pelo,
Moja la tierra y ni siquiera los pájaros lloran,
Ni siquiera los cuervos gritan,
Ni las nubes provocan una sombra de julio.
A lo lejos, se ve la ciudad,
Las luces desnudas convertidas en plomo,
Plomo negro que cae a través del esternón
Y llega hasta los ojos.
Frente a mí surge un nogal y un lobo,
Y el lobo aúlla a la primera estrella helada
Y la estrella le responde,
Con un canto que habla de los testigos
Que contemplan a lo lejos sus hermanas.
Mientras que el nogal,
Es solo una triste figura que hace caer sobre la tierra los frutos,
y que sobre él la noche resbala como lluvia,
como si un pozo nos apuntará desde la oscuridad
y disparase al azar los destinos.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Con serena pero inconstante
la cigüeña torpe construye
nido de nidos y nunca huye.
Se le cae un palo flotante
al agua en la furia del río,
río abajo baja el palito
de esta, la cigüeña distante
que abre sus alas, abre el pico,
suelta ramas, caen del nido
y nadan y acaban en el embalse
que allí bloquea las aguas del río.


Retrato lento un ciego.
Sube por la guarida.
Madriguera de cuervo,
a obstáculo en vida
no maldice su tiempo.
Escarba la noche y brilla.
Deshace las aguas, lo siento,
ojo permanece en vigilia,
ojo por ojo, no existe amnistía
que gobierne su nido ciego.
Su noche, espada y valentía,
este soldado tuerto
que camina y camina, día a día,
retándose en duelo,
por los caminos, día a día.