domingo, 11 de enero de 2015

-No es una ciudad bonita, es cierto, se pisan más charcos que baldosas y los pájaros canturrean demasiado poco como para que esto sea una ciudad e incluso un parque pero te conocí aquí; y sin embargo, ahora, no quiero que te vayas y no quiero volver a verte.

-Cuando me pregunten por ti, cuando siquiera sepan dónde estás, ¿Qué quieres que diga? ¿Qué desapareciste sin más? ¿Qué te fugaste?

-¡Mírame, mírame por lo menos! Y dime: ¿me quieres?

-No creo en nada más destructivo que el amor. Por amor se derribaron ciudades, muros, el amor solo trae insomnios, muertes.

-¿Qué dices? En tu boca ya no quedan palabras, no fue aquello lo que te corrompió, fue tu propia sangre, es negra como estas manos cansadas.

-Por amor, por amor a un país, aquel tirano desató la guerra, por amor a unos hijos aquellos padres hicieron réplicas suyas. Ja. ¿Qué es el amor sino una fuerza de destrucción como decía Aleixandre?

-No eres tú. Esta no eres tú. Te recuerdo mirando los pájaros, la hierba y alegrarte cuando decías que casi la escuchabas crecer.

-Mírate ¿Y tú eres un hombre? Si dices más cursiladas que una mujer.


-Esta no eres tú. Te transformaste, es cierto que tú no tuviste la culpa, pero, esta no eres tú. ¡No eres tú!
Las ciudades son gigantes vivos.
Múltiple desarrollo de la forma
La palabra tangible.
Paredes como mapas,
El círculo de objetos,
La analogía oculta en simetría,
Lo cotidiano de una mañana,
Sofás bloqueando tuberías,
La ciudad en urgencias por infarto.
Lámpara sin bombilla,
La noche despertada en los espejos,
La proporción áurea,
Cualquier idioma escrito
Botellas de agua besando un perfume,
El color azul de los besos.
El aire embriagado de sed y frío.
Constantes andamios en adjetivos,

Los obreros, las telas verdes.
Fuerza gravitatoria de las grúas.
Concierto furibundo del nuevo año,
Sí, aquellas palabras,
Sí, las que están muy lejos
Sí, solo son palabras.