domingo, 15 de febrero de 2015

El sonido de una caricia.

El ruido comienza y la noche,
La efervescencia de un golpe maestro
Crujido latir de voces humanas.
Simplifico tus ojos hasta lo tierno
Aplaudiendo, olvidándome,
Confundiéndome en ti,
Tu propia longitud dentro  del cuerpo.
Atravesando el  sonido, la voz,
Dividiendo los dedos
Escuchando la música perfecta
Que has dejado en mi mano.
Partiendo desde la piel hasta el tacto,
Portando solo tus ojos que ascienden
Hasta el interior de un instante.
Unos ojos donde poder tocarte y
Después imaginarme los silencios
Soñados que no he tenido contigo.
Tan poco tiempo, lugar, hora.
Tan poco, tan poco, tan,
Del sonido breve de una caricia.