jueves, 12 de mayo de 2016

Estábamos en el salón 
y yo quería pinchar Nick Cave en el portátil.
Ella hablaba y yo 
pensaba en la música,
en la voz grave y rotunda de Nick Cave,
en su mística de dureza
en la tinta saliendo del violín de Oh My Lord.
( Canción número 7 del No more shall we part)
Alguien decidió abrir la ventana
y el viento entonces
arrancó
los apuntes de clase de un cuaderno sobre la mesa.
De pronto, noté
que no había posibilidades,
que relativamente Nick Cave había ido
llenando la estancia y que yo solo,
tímido cuando no conozco a los habitantes,
había rehuido de toda situación comunicativa.
¿Estás bien me preguntó?
Y yo solo la miré y pensé:
I grab my telephone, I call my wife at home
She screams, leave us alone, I say, hey, it's only me…
En aquel momento hubiese abierto la puerta
y sin motivo aparente,
hubiese desaparecido de aquella fiesta.

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