Los
músicos te enseñan a no confundirte.
No
tomes demasiada confianza.
Ves el
salón, escuchas el piano,
y ella
repite
“Because every mistake I make
takes me away from my home”
El
cristal de un instante
se ha roto contra el suelo,
y Morgan y el resto
beben whiskey y el piano tiembla.
Las
voces rotas
dislocan
nuestras venas.
Nos
alejan de la palabra.
Las
botas marcan las canciones que nos dieron
y el
bar cerrado
y los
cigarrillos y la noche
resbalando
entre los dedos.
La
barra llora de música,
“Because every mistake I make
takes me away from my home”
Y la ciudad ¿Aún sigue fuera?
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